El suburbio de Bournville alberga una famosa fábrica, que Mary –de once años en 1945– y su familia consideran el centro del mundo. Mary es testigo del fin de la Segunda Guerra Mundial, la coronación de Isabel II, la final de la Copa del Mundo, el Brexit y el Covid-19. La historia de cuatro generaciones refleja los cambios sociales en la Gran Bretaña de posguerra.