París llora la muerte del gran escritor Émile Zola. Cuando le llevan al panteón se hace un sorprendete hallazgo: un retrato del autor realizado por Paul Cézanne en 1908, dos años después de la muerte del pintor. El descubrimiento de este cuadro coincide con el secuestro del hijo de Cézanne y la publicación en la prensa de un anuncio que ofrece "cambiar al hijo del pintor por el retrato de Zola de 1908". Comienza así, una investigación que encierra varios enigmas: ¿Cómo podía haber hecho Cézanne un cuadro en 1908, si había muerto dos años antes? ¿Quién desea tanto este cuadro?